¿Qué incluye una limpieza dental profesional y por qué deberías hacerte una?

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Sabemos que cepillarse los dientes todos los días es fundamental, pero hay algo que no podemos olvidar: las limpiezas profesionales en el dentista son esenciales para mantener una boca realmente sana. No solo mejoran el aspecto de tu sonrisa, también previenen problemas como las caries o la inflamación de encías.

Hoy te contamos en qué consiste una limpieza dental, cada cuánto deberías hacerla y por qué es tan importante incorporarla a tu rutina de salud.

¿Qué es una limpieza dental profesional?

Es un tratamiento sencillo, rápido y totalmente indoloro que elimina el sarro y la placa bacteriana acumulados en zonas donde el cepillo no llega. Con el tiempo, esa acumulación puede derivar en enfermedades como la gingivitis o la periodontitis, por eso es tan importante no dejar pasar demasiado tiempo entre una limpieza y otra.

¿Qué se hace exactamente durante una limpieza?

Aunque puede variar ligeramente según cada caso, lo habitual es que incluya:

Revisión inicial

Antes de empezar, el profesional revisa el estado de dientes y encías para ver si hay sensibilidad, inflamación u otros problemas a tener en cuenta.

Eliminación de sarro

Se utiliza un aparato de ultrasonidos que desprende el sarro sin dañar el esmalte. Es una sensación un poco curiosa, pero no duele.

Limpieza entre dientes

Con herramientas manuales o cepillos interdentales se accede a las zonas más escondidas, donde suele quedar placa acumulada.

Pulido

Después, se aplica una pasta especial con sabor suave que deja los dientes lisos y brillantes, y ayuda a eliminar manchas superficiales (como las del café o el tabaco).

(A veces) Aplicación de flúor

En algunos casos se termina con un gel de flúor para fortalecer el esmalte y proteger los dientes durante más tiempo.

¿Cada cuánto tiempo hay que hacerse una?

La mayoría de las personas se benefician de una limpieza cada 6 meses, aunque en algunos casos (fumadores, personas con ortodoncia, encías delicadas…) puede ser recomendable hacerla con más frecuencia. Lo mejor es que lo valore tu dentista de confianza.

Beneficios que vas a notar

  • Encías más sanas y sin sangrados.
  • Sensación de limpieza total.
  • Sonrisa más blanca y brillante.
  • Aliento más fresco.
  • Prevención de caries y enfermedades periodontales.

Y lo más importante: te ayuda a detectar a tiempo cualquier problema, antes de que avance o cause molestias mayores.

¿Y duele?

No. Puede que notes alguna molestia si tienes encías inflamadas o sensibilidad, pero en general es un procedimiento muy llevadero. Si te da miedo o has tenido malas experiencias en el pasado, coméntalo sin problema: hoy en día hay muchas formas de adaptar el tratamiento para que sea lo más cómodo posible.

Una limpieza dental no solo es cuestión de estética, es salud. No esperes a tener molestias para pedir cita: hacerte una limpieza una o dos veces al año puede marcar la diferencia en cómo te sientes y cómo luce tu sonrisa.